Entrevistas
“La Rebeldía siempre es necesaria para cambiar el mundo“

“La Rebeldía siempre es necesaria para cambiar el mundo“

Diego Maldonado tiene 39 años, es docente secundario de Filosofía e Historia y profesor en la escuela deportiva “Los Valientes Feroces”, en Pampa del Infierno, Chaco.

Allí cientos de pibes y pibas practican fútbol y boxeo desde una concepción del deporte popular , construyendo un espacio libre de violencias, con prácticas igualitarias e inclusión de las diversidades. El proyecto deportivo es parte de la Secretaría de Deportes del Movimiento Evita.

Compartimos una charla a la distancia, con modalidad virtual, donde pudimos escuchar algunas ideas, trayectorias y experiencias vinculadas al trabajo territorial que realizan en el espacio deportivo.

Diego nos cuenta desde su infancia en Pampa del infierno, su experiencia religiosa cerca de Bergoglio, su militancia política en distintos movimientos sociales, hasta su vuelta a la provincia de Chaco y sus deseos de trabajar en la formación de pibes y pibas con el objetivo de acompañar sus prácticas deportivas desde un rol docente con un abordaje y una mirada amplia y diversa.

¿Contanos un poco tu trayectoria, tu historia de vida y cómo llegas a trabajar en un espacio deportivo en Pampa del Infierno, Chaco?

Soy nacido y criado en Pampa del Infierno, en la provincia de Chaco. Soy una mezcla de todo. De cosas que me marcaron, de los momentos que fui pasando, de personas que fui conociendo por la calle. Vengo de una familia católica, mis padres eran encargados de una capilla. Yo era un chico muy sumiso. A los 16 años comencé a militar en el peronismo. Me fui de Pampa del Infierno y volví muchos años después.

A los 22 años, tomé la decisión de estudiar para ser cura, después de un retiro espiritual, el acercamiento a Dios y mi aceptación como Dios me trajo al mundo. En ese momento, no terminaba de encontrarme. Comencé a militar más en los movimientos nacionales, C.P. Descamisados, Martín Fierro y desde el 2016 en el Movimiento Evita. 

Soy profe de Filosofía e Historia. Parte del movimiento lo banco yo porque elegí una filosofía de vida, con una forma de ser que es la de vivir como pienso. Puedo tener contradicciones en un montón de cosas, pero en cuanto a mi estilo de vida, no. Por eso lo sigo mucho a Pepe Mugica y al Papa Francisco que son las personas que en cada mensaje que transmiten me ayudan a reafirmar esta lucha.

Me fui formando en el camino, encontrando muchos compañeros, compañeras y compañeres que me ayudaron a tener el pensamiento que hoy tengo. En Pampa del Infierno no había debate, y quienes lo hicimos fuimos perseguidos, todo era digitado. Es un pueblo muy contradictorio, con pensamientos ortodoxos y conservadores.

¿Cómo es llevar adelante una experiencia de deporte popular en la Provincia de Chaco, desde una organización social como el Movimiento Evita?, ¿qué dificultades se presentan?, ¿cuáles son los desafíos?

Acá en Pampa del infierno hay muchas dificultades. Por un lado, hay muchísima contaminación. Fruto de esa contaminación existen casos de muchas malformaciones congénitas, problemas respiratorios, casos de cáncer, todos relacionados al contacto con los agroquímicos en las zonas rurales a solo 20 km de Pampa del Infierno.

En relación al deporte, acá el más practicado, obviamente, es el fútbol. Darle una mirada más amplia, con perspectiva de género, desde la diversidad, cuesta y mucho porque en esta sociedad, los prejuicios, siempre están presentes. Creo que los prejuicios los tienen las personas grandes y terminan influenciando mucho a los jóvenes, también en los niños cuando repiten lo que los padres o adultos dicen, entonces seguro que va a costar, pero nosotros estamos convencidos de que los cambios hay que darlos, de que hay que ser valientes y salir a enfrentar las realidades, a seguir en el camino de la construcción.

Todo esto es necesario, y el deporte en el barrio tiene que estar con una política fuerte que acá no tenemos, no hay un proyecto y tenemos que ir en busca de ese proyecto colectivo con el que soñaba Héctor G. Oesterheld, autor del Eternauta.

Ahora es el momento de participar. Hay una crisis mundial que nos debe interpelar y llamar fuertemente a la reflexión y posicionarnos como sujetos políticos en el lugar donde estemos. Debemos pararnos con esa lucha que tenemos, desde el deporte, desde la cultura, desde el trabajo en red que se debe hacer desde la educación popular. Pararnos para poder cambiar estas realidades. Si no las cambiamos las personas comunes haciendo cosas extraordinarias, no creo que vengan salvadores de otros lados.

Con el deporte popular, desde el Movimiento Evita, vamos reforzando las miradas, a la vez que vamos implementando otros deportes, algunos que no son muy conocidos acá y nos gustaría traer, como por ejemplo la experiencia del rugby femenino de Tucumán. Estamos articulando con entrenadores, para realizar la práctica de tenis, también boxeo, en este caso tenemos los materiales que se consiguieron a través del curso de Promoción del deporte social, el juego y la recreación es espacios comunitarios”, para comenzar a practicar, también con esa mirada inclusiva, pensando en fomentar lazos de amistad con ese otro, esa otra, ese otre, dejando un espacio para la reflexión, para preguntarles, ¿qué les pasa?, ¿cómo están?, si tienen algún problema. Que no les pase lo que nos pasó a muchos, que no podíamos hablar porque no sabíamos que nos pasaba.

Tu trayectoria está marcada por diversas formaciones e itinerarios, por un lado, la filosofía, la docencia y por otro lado, la experiencia religiosa. ¿Por qué elegiste ahora el deporte como espacio para desarrollar tu militancia social y política?

El ser humano es una construcción. En este camino que nosotros elegimos, todos los días nos vamos formando y el deporte es muy necesario para esta construcción, porque el deporte une, ayuda, porque en el deporte las personas pueden comenzar a aceptarse, entendiendo que vivimos en una sociedad donde tenemos que terminar con la discriminación.

Trabajar en el ámbito deportivo es muy importante. Desde estos espacios podemos transformar la sociedad, es una responsabilidad muy grande, por eso dentro de las prácticas del deporte hacemos mucho hincapié en los valores. El deporte no lo pensamos como algo profesional, sino desde el ocio y el tiempo libre, y desde la competencia sana.

El nombre de nuestro espacio es “Los valientes feroces”. Le pusimos ese nombre porque los valientes son los que luchan, son quienes van a transformar esta sociedad, son quienes la van a cambiar. Todos los días hay una lucha feroz y desigual entre unos y otros. Por más que intentemos y soñemos, todo se hace muy difícil porque el sistema capitalista va a excluir siempre. En estos encuentros, en esto de participar en el deporte social, encontramos gente que todavía no tiene derechos, gente a las que todavía les falta la asistencia del Estado, por eso tenemos la tarea de encontrarnos en el barrio con la vecina y el vecino para incluirlos.

En este caso tenemos el ejemplo de las clases que tuvimos en el curso de Promotores Deportivos que hicieron con el Colectivo DALE y el Ministerio de Desarrollo Social sobre el sedentarismo o cuando vimos contenidos sobre el cáncer de mama, todo esto nos llevó a la reflexión, hicimos un encuentro con las mujeres de la zona donde se abordaron estos temas y lo cerramos con un partido de fútbol, donde las mujeres de todas las edades, se sintieron libres. Fue algo hermoso, porque se divirtieron y se sacaron esa opresión que muchas veces no nos deja ser libres.

Hay un tema que es clave en el desarrollo del deporte social/deporte popular y es la cuestión del cuerpo, del respeto por el otre, la práctica deportiva exige su cruce obligatorio con la educación sexual integral, cómo trabajan estas cuestiones en la experiencia de la escuelita deportiva?

Debemos trabajar por las minorías, por los últimos de la fila, como dice el Papa Francisco, para poder construir con todo el resto. También hacerle entender a la sociedad que tenemos que ser agradecidos de todas las cosas que pudimos conquistar y conseguir, pero también saber que faltan muchos, muchas y muches, quienes no recibieron esas cosas que el estado, la vida, de lo que sea. Entonces, es necesario darle oportunidades a todo el mundo. 

Cuando un varón ingresa a la organización, nosotros vamos directo a la cuestión de la aceptación, reforzando los conceptos de identidad y género. Acompañamos la lucha de las mujeres. También si una compañera, compañero o compañere, siente lo que siente, tenemos que acompañarlos y hacerlos sentir como tal. Si es María, es María, no titubeamos en esas cuestiones.

En relación a la ESI hay conceptos que cuestan manejarlos. Me gusta la temática y la trabajamos mucho. En la escuela de deportes es algo complicado, a los jóvenes les cuesta hablar, en sus casas tampoco se habla el tema y en la escuela se habla muy poco. Este tema está relacionado con la iglesia y sus principios morales y éticos que son muy fuertes en este lugar, donde entre el 70 y 80% de la población profesa la religión católica. Este es uno de los principales motivos por los cuales cuesta instalar ciertos temas. De a poco y con el andar, vamos abriendo paso y hablando del cuidado de los cuerpos, la higiene, el uso de preservativos, la prevención de enfermedades.

Hablamos de los cambios en los cuerpos, el desarrollo desde las edades tempranas, entre los 10 y 11 años. Antes de comenzar con algún deporte, realizamos charlas para orientarlos y brindarles algunas herramientas. Llevamos algunos especialistas, volviendo a la articulación, acá tenemos un grupo de promotores de salud y también trabajamos con el hospital local, es muy necesario que los médicos nos ayuden. Debemos romper esos mitos que los jóvenes traen desde sus casas y que obstruyen la relación con los demás.

Desde la educación popular y desde la formación en espacios deportivos comunitarios, ¿Cuál es el rol del Formador y del Promotor deportivo en estas comunidades?

Hay mucha rebeldía en los jóvenes y yo prefiero estar al lado de esos rebeldes que luchan por cambiar el mundo y de quienes tenemos mucho para aprender. Hay que escucharlos y acompañarlos. Por ejemplo, en la lucha de esas chicas de Pampa del Infierno que siendo alumnas del colegio católico y en pleno debate por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, se manifestaban con sus pañuelos verdes.

La rebeldía siempre es necesaria para cambiar el mundo. Son los, las y les rebeldes quienes  van a transformar esta sociedad. Creo que hay una crisis a nivel mundial, una crisis que llegó a la Argentina y en la cual entra en juego el sujeto político.

Teniendo en cuenta esto, el promotor y la promotora deportiva, primero tienen que tener sensibilidad. Tienen que tener un vínculo, un trato ameno con el otro, con la otra, con el otre. Compromiso al 100%. Y que entienda que cuando uno elige, deja mucho tiempo de uno para poder pensar en el otro

El promotor y la promotora tienen que tener una mirada amplia, diversa, manejar mucha información. Yo siempre los invito a leer, a investigar, introduciendo técnicas de filosofía. Parte de este mundo no vive en una burbuja, le interesa, le importa alguien, algo y por eso se comprometen. Entonces, desde esos lugares, la idea es siempre transformar estas realidades.


Equipo de comunicación Colectivo DALE! – Entrevista realizada por Walter Barroso y Fabián D`Aloisio


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