UN PUEBLO QUE ELIGIÓ AMAR A GARRAFA
A 10 años del estreno de “Garrafa, una película de fulbo”
“Si me preguntan por qué hacer una película sobre Garrafa Sánchez yo contestaría con una repregunta, ¿por qué no hacerla? y reafirmaría con otra pregunta, ¿cómo no hacerla?
Garrafa Sánchez rompe la lógica del fútbol moderno, es uno de los últimos exponentes del fútbol de potrero en estado puro. Alejandro Dolina definió a Garrafa Sánchez como el futbolista que la gente eligió querer, y para mí es una frase conceptualmente hermosa”.
Así comienza el relato de Sergio “Cherco” Smietniansky. La excusa de la charla era conversar sobre el documental que hace 10 años realizó junto a su amigo, el cineasta Sergio Mercurio: “Garrafa, una película de fulbo”. Sin embargo, resulta difícil ser breve en la charla con Cherco si el tópico en cuestión es Garrafa Sanchez.
La propuesta inicial era un intercambio a modo de prólogo del documental. Pero todo se convirtió, gratamente, en una extensa charla, en un relato donde cualquier mortal no tendrá otra alternativa que terminar amando a Garrafa.
El calvo número 10 que supo ser feliz y hacer feliz a los amantes del futbol, jugueteando desfachatado con la pelota dentro de la cancha, y envuelto en un marco de coherencia barrial pocas veces vista fuera de la cancha, cobra vida en las palabras de Cherco.
Una película sobre Garrafa Sánchez
“Teníamos una historia ya de por sí de película. En el 2001, cuando Banfield sale campeón y asciende a Primera, a la semana lo llamamos por teléfono a Garrafa y le decimos si no quería venir a comer un asado con nosotros, con un grupo hinchas de Banfield, y el loco dice “sí, claro, ¿a dónde hay que ir?”. Apareció, nos comimos el asado y en un momento se va al baño y vuelve con los pantalones cortos. Nos mira y dice, ¿vamos a jugar al fulbo, no? Y ahí nos dimos cuenta que rompía las reglas de todo, que era un tipo que podía transitar el profesionalismo cagándose de risa del profesionalismo.
¿Cómo se entiende un jugador que para los parámetros del fútbol sería un fracasado, es el único jugador, por fuera de Maradona obviamente, es ídolo absoluto de tres clubes al mismo tiempo? ¿existe algún jugador de fútbol donde tres estadios de la Argentina lleven su nombre? Garrafa Sánchez tiene una tribuna en la cancha de El Porvenir, una tribuna de la cancha de Laferrere, y la platea de la cancha de Banfield, las tres con su nombre. Entonces es interesante entender eso e ir al corazón del mito. Me parece que la película lo que busca es llegar al corazón del mito, y cuando digo corazón, lo digo en negritas y con mayúsculas porque justamente entender a Garrafa es entender a un tipo que sin haber leído las enseñanzas de Don Juan, eligió tomar cualquier camino que tenga corazón, y justamente ahí es donde empieza todo”.
Convencer a todos
“Sergio Mercurio y su equipo tenían que viajar a Honduras. Estaban encaminados en un proyecto haciendo una película sobre una poetisa. Cuando están por viajar, se produce el golpe de Estado y quedan varados con el con el proyecto. Entonces ahí yo arremeto y le digo “bueno, este es el momento de hacer la película de Garrafa”. Sergio me escucha la idea, le gusta, pero me plantea una cuestión simple, ‘no se puede hacer una película de garrafa sin imágenes de fútbol’, y los dueños de las imágenes era TyC Sports. Hay que tener en cuenta que en esa época el monopolio de la imagen absoluta era de TyC Sports, no había ninguna imagen de fútbol que no pertenezca a ellos, con lo cual teníamos un escollo importante. Bueno, yo soy cabezadura, así que decidí intentar saltar ese escollo. Así es como por intermedio de distintas personas logró llegar al gerente de TyC, y a que me atiendan el teléfono.
Tengo una conversación con él, le planteo el proyecto, el tipo me escucha y me dice que lo iba a pensar. Lo cierto es que me toman los datos y a los pocos días recibo un llamado. Era el gerente de TyC Sports y me dice lo siguiente, ‘Mirá, lo estuvimos evaluando. Jugadores mejores que Garrafa hay muchísimos, pero más queridos que él, encontramos muy pocos. TyC Sports nunca en toda su historia, cedió una sola imagen de fútbol, pero estamos dispuestos a hacerlo. Estuvimos hablando con nuestro equipo y la propuesta que le hacemos es la siguiente: nosotros le damos 20 horas de archivo y ustedes a cambio nos dan el estreno de la película a nivel internacional’. Bueno, para gente que no tenía un peso como nosotros era una excelente propuesta”.
-Una película de fulbo
“La película se llama ‘Garrafa una película de fulbo’, justamente porque Sergio se da cuenta que los hermanos de Garrafa, la gente que lo conoce, hablaba de esa manera, no lo nombraba en el término inglés, sino en el término acriollado. Todos sabemos que para el periodismo deportivo el término fulbo o fulbito es un término despectivo, es un adjetivo descalificativo y a Sergio le gustó mucho eso como contraposición, por qué no estaba haciendo una película de fútbol, porque justamente la película estaba destinada a un público que la disfrute independientemente que le guste o no le guste el fútbol. Esa concepción de fulbo tiene que ver la la idea del potrero. Garrafa es un alquimista del nuevo tipo que encontró un potrero los elementos constitutivos del universo y de ahí surge todo lo demás. Un tipo que logró mantener la esencia humanista en un ambiente súper profesionalizado… me parece que por eso el fulbo trasciende al fútbol.
Cuando el padre de Garrafa se enferma, él estando en Uruguay teniendo que jugar la Copa Libertadores, no la juega porque se retira del fútbol, quiere estar con su papá en sus en sus últimos momentos. Garrafa hizo lo que todos quisiésemos hacer, dejar todo para estar con nuestros seres queridos en los últimos momentos, pero generalmente que nadie lo hace. Bueno, el lo hizo y pasó de poder jugar la Copa Libertadores a volver a vender garrafas solamente para estar con su viejo. Ese es el personaje que nosotros queríamos rescatar en la película.
O el Garrafa que el día en que viene a comer el asado con nosotros, nos dice “chicos, yo a Banfield lo quiero mucho, pero yo soy hincha de Laferrere, yo no me podría besar la camiseta de Banfield, ¿cómo me voy a besar la camiseta de un equipo del cual no se hincha?”, ¡Y claro!, en ese momento nos dimos cuenta que el tipo era auténtico. Estamos podridos de jugadores que se besan la camiseta y en cuanto aparece una oferta, a los 15 minutos están jugando para el equipo contrario y besándose la camiseta. ¿Cuántos jugadores de fútbol hay en el mundo que hayan sido queridos por lo que eligieron ser y no por lo que la sociedad quiso que fueran? ¿Cuánta gente pudo gambetear a Don Dinero y hacerle tantos caños como le hizo Garrafa? Garrafa fue eso.
El tipo nunca abandonó su esencia. Cuando se retira de Banfield tenía ofertas para jugar en equipos de primera, por supuesto, y se vuelve a Laferrere, era algo incomprensible que Garrafa Sánchez vaya a jugar a un equipo de la tercera categoría, pero la respuesta fue muy simple: ‘Voy a Laferrere porque soy hincha y porque me queda cerca de mi casa’, ¡el quería estar cerca de su casa! ¿a quien no le gustaría poder hacer algo cerca de su casa?. Bueno, esa esencia para nosotros es hermosa. Para los que sueñan ir a jugar a China y llenarse de guita, o Arabia Saudita a una liga que es diez veces más pedorra que la Metropolitana de Argentina pero que te llenas de guita y bueno, esos son los exitosos y Garrafa sería el fracasado, contala como quieras.
Gracias a la película, Garrafa vuelve a jugar
Nosotros pedimos que previamente al estreno de TyC, se permita ver en las tres canchas, y lo hicimos. Primero en Banfield, después en la Laferrere y después en El Porvenir. En Banfield se agotaron las entradas en tres horas, el barrio se convulsionó por la película, en las calles fue una fiesta increíble. Apareció un micro con la hinchada la Laferrere, apareció gente de la comisión directiva de El Porvenir, vinieron de otros clubes, era algo muy original, nunca había pasado una cosa así… fue algo hermoso, la cancha desbordada.
Ese día nosotros salimos campeones de nuestro mundo. Es uno de los días de mayor felicidad de mi vida… a veces cumplir sueños es algo jodido, cuesta y nosotros lo cumplimos y de manera colectiva. Era el gusto que nos queríamos dar y lo queríamos hacer de esa manera, con Garrafa, un tipo que era una mezcla de jugador de fútbol y artista de varieté.
Nosotros elegimos a un tipo que no estaba destinado a llenarnos de estrellas la camiseta, estaba destinado a llenarnos de sonrisas la cara, y esa, fue la elección colectiva de un pueblo que eligió amar a Garrafa.